Víctor López Ramos

Sobre mí

Nací por casualidad en Higuera de Vargas porque a mi madre, embarazadísima de mí, iban a trasladarla a Badajoz para dar a luz, pero ninguno de los dos pudo aguantar más. A los pocos días de nacer, mis padres me inscribieron en el registro civil de Badajoz, con domicilio en la casa de mis abuelos, en pleno corazón de la barriada de San Roque.

A mi padre, maestro de escuela de toda la vida, le habían destinado al colegio de Táliga, un pequeño pueblo muy cercano a la raia portuguesa, antigua freguesia de Olivença, que comenzó a ser español a principios del siglo XIX. En Táliga residí durante mis primeros doce años, hasta que nos trasladamos a vivir a Badajoz, cuando mi padre consiguió plaza en el colegio de Ntra. Sra. de la Soledad, también en San Roque.

En Badajoz transcurrió mi adolescencia y los primeros años de juventud. Allí cursé BUP, COU y la diplomatura de magisterio. Posteriormente, hice psicología en la Universidad de Salamanca y, después de algunas idas y venidas, recalé en Cáceres, donde resido desde 1996.

Por todo esto, aunque a veces no sé muy bien qué responder exactamente cuando me preguntan de dónde soy, nunca he tenido ninguna duda en declararme extremeño, muy extremeño, no solo por nacimiento sino también por convicción.

Considero la vida un viaje al que hay que sacarle todo el jugo posible. Una oportunidad única para no dejar de aprender y disfrutar.

Para mí, vivir no es estar vivo únicamente, sino hacerlo con dignidad y siendo consciente de todas y cada una de las circunstancias que constituyen la existencia de una persona.

En lo profesional

No me preocupa lo más mínimo el sentido que pueda tener la vida humana, si es que lo que tuviera, ni me genera inquietud saber por qué la especie humana ha evolucionado hasta lo que es hoy y hasta dónde evolucionará, si es que existe algún porqué; mi interés primordial en relación con el ser humano es saber cómo se fue realizando toda esa evolución, cómo se dieron los procesos de cambio, de transformación, en definitiva, cómo la evolución física acabó dando lugar a la conciencia humana que hoy conocemos.

En realidad, siempre tuve una curiosa inquietud por saber cómo funcionaban las cosas en su interior, quizá por ello me sigue apasionando intentar comprender el funcionamiento de la mente humana, por encima de cualquier otra cuestión.

En una dimensión más prosaica y disfrutona de la vida

La música, la lectura, los viajes, la buena gastronomía y las sobremesas que se alargan sin límite de tiempo son motivos más que suficientes para dar sentido a la vida. Y también mi alumnado, con el que brego desde hace más de 20 años, es una excelente razón para levantarse cada día y disfrutar de mi profesión.

Sabinero devoto, difícilmente hago ascos a ningún estilo ni a ningún interprete, la música es un alimento del que el alma no puede prescindir y, junto a ella, la lectura es la mejor manera de exorcizar la ignorancia, el odio y el cuñaísmo.

Por lo demás, me considero un tipo tranquilo, observador y bastante meticuloso, que trabaja para vivir y nunca al revés, igual de responsable con mis clases y estudios que no haciendo absolutamente nada. Me cuido lo que puedo, pero sin agobios.

Me gusta el cine y las películas, según el momento y el estado de ánimo; también me gusta disfrutar del deporte, en especial el tenis y todo lo que sean juegos olímpicos y grandes competiciones, aunque no soy nada futbolero, soy del Atleti desde que tengo uso de razón.

Viajo todo lo que puedo y donde puedo, aunque disfrutar del verano en la playa de La Mangueta y echar un rato en la Venta Curro no tiene comparación.

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Recorrido académico

Desde luego, nunca fui un estudiante de esos que se denominan modélico. He aprendido mucho a lo largo de los diferentes niveles educativos, pero sin demasiado interés por las notas o por cumplir puntualmente con los cánones de un sistema educativo que considero manifiestamente mejorable. Aprendí lo justo para aprobar y muchísimo sobre cosas que nunca entraban en los exámenes.

Hice magisterio por mi padre, porque siempre admiré su profesionalidad como maestro y, aún hoy, es una referencia para mí; luego hice psicología porque creí que me serviría para entender por qué somos como somos y, efectivamente, respondió a muchas dudas sobre ello, aunque todavía hoy me quedan muchas preguntas que resolver.

Cursé los estudios de Educación General Básica (EGB) en los colegios Ntra. Sra. de los Santos (Táliga) y César Hurtado Delicado (Valverde de Leganés).

1972 - 1979

Inicié el Bachillerato Unificado Polivalente (BUP) en el Instituto de Enseñanza Media Zurbarán (Badajoz), terminando los estudios de COU en 1986, en el Instituto Nacional de Educación a Distancia (INBAD).

Curso 1979/80

Realicé los estudios de magisterio, más correctamente dicho, de la Diplomatura en Formación del Profesorado de EGB, en la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de EGB de Badajoz.

1986 - 1989

Cursé la licenciatura en Psicología (entonces Licenciatura de Filosofía y Ciencias de la Educación –Sección Psicología–), en la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca.

1989 - 1994

Obtuve el título de Doctor por la Universidad de Extremadura (Programa de doctorado en psicología).

Diciembre de 2004

Competencias personales y profesionales

Aun a riesgo de pecar de cierta vanidad, si echo un vistazo a mi comportamiento tanto personal como profesional, me reconozco algunas competencias que se han ido forjando con mi experiencia vital y laboral, aunque lo que más me reconozco es cierta tendencia a la contradicción.

  • Personalmente, en términos generales, suelo deslizarme hacia la melancolía, aunque me considere un tipo divertido.

  • Califico mi gestión emocional como algo singular. Me considero profundamente empático, sobre todo con situaciones o vivencias vulnerables o traumáticas, pero muy comedido a la hora de expresar mis emociones.

  • Soy un racionalista empedernido, con retazos idealistas o utópicos, pero creo firmemente que todo tiene una explicación lógica y que si, aparentemente no la tiene, no hay magias o misterios que valgan, sino que nuestro conocimiento, por las razones que sean, no alcanza a conseguirla o a entenderla.

  • No soy una persona impulsiva, ni en lo personal ni en lo profesional. Al igual que en la cocina, creo que todas las cosas tienen un tiempo concreto de cocción para que resulten realmente sabrosas.

  • Soy sistémico. Creo que todo en la vida son sistemas y que, para poder entenderlos, hay que aprender a analizarlos con rigor.

  • Tengo una gran seguridad en mí mismo y en mis argumentos, a veces, incluso demasiada, porque hasta cuando me equivoco lo suelo hacer con gran seguridad, lo que me permite tomarme los errores con cierta sorna.

  • Me considero una persona con mucha paciencia y con una gran capacidad para adaptarme a las diversas situaciones personales, sociales o profesionales que puedo encontrarme. No me altera tener que cambiar planes sobre la marcha, la vida es movimiento.

  • Creo que soy una persona bastante flexible intelectualmente, aunque es cierto que, ante determinadas cuestiones o circunstancias, suelo tender a la rebeldía y a cierta testarudez.

  • Sin llegar a la obsesión, en el trabajo soy muy analítico, metódico y organizado.

  • Pocas veces me gusta responder en caliente a cuestiones conflictivas; si bien, no rechazo una respuesta inmediata, si soy capaz de analizar las variables y anticipar bien las consecuencias.

  • Prefiero escuchar a hablar. La escucha activa es uno de los mejores instrumentos para entender a las personas.

  • Considero que tengo una contrastada competencia para el liderazgo, para la gestión de equipos o grupos de trabajo.

Perfil Profesional

Recorrido profesional

Aunque ser profesor universitario no era un objetivo profesional cuando finalicé mis estudios de psicología, es curioso que esta haya sido, con diferencia, la actividad profesional que más tiempo he desempeñado en mi vida laboral y uno de los elementos que más sentido le han dado a mi vida personal. Supongo que, por esa razón y por otros factores que se han dado en estos años, puedo decir, utilizando la nomenclatura al uso, que la mía es una “carrera académica no estándar”, aunque considero que es, sin duda, una sólida carrera académica.

  • Recién finalizada la licenciatura de psicología, me presenté a un par de oposiciones sin demasiado éxito.

  • En 1995 trabajé en una consultora especializada en marketing y psicología publicitaria.

  • A finales de 1996, comencé a trabajar como personal interino de la Escala Auxiliar Administrativa de la Universidad de Extremadura (UEx).

  • Durante 1999 y 2000 compaginé el trabajo en la UEx con una actividad profesional en el ámbito del peritaje judicial y el asesoramiento psicológico.

  • A finales de 2001, gané una plaza de profesor Asociado (LRU) en el área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UEx, transformando este contrato en profesor Colaborador en el año 2007.

  • En 2020, obtuve la acreditación como profesor Contratado Doctor, categoría profesional que mantengo en la actualidad.

  • En junio de 2025 obtuve la acreditación como profesor Titular de Universidad.

Perfil Docente e Investigador

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